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domingo, 9 de junio de 2013

Cuando te mires al espejo...


Cuando la tinta y el papel nuevamente se unen como mi mirada y la tuya en un momento perfecto, tal  como lo hace el poder de tus ojos sobre mí, las palabras parecen insignificantes en esa pelea entre decidir qué es lo más bello de ti.

Batalla interminable porque me queda claro que todo dentro y fuera de ti es único y cautivante a los ojos de cualquier humano, e incluso de cualquier ser vivo.

Pienso en ti y los recuerdos de tu sonrisa, de tu mirada  de tu presencia me hacen sentir dichoso de saber que los puedo compartir contigo.

Es por eso que quiero pedirte un favor…

Cuando te mires al espejo:

Mira ese reflejo que lo adorna en las mañanas y dile que no hay mejor mujer en el mundo para mí que la que miras frente a frente en ese momento y siente como yo estremecer tus sentimientos como me sucede cuando te tengo frente a mi.

Toca esa piel delicada y cuando lo hagas y sientas su suavidad, entenderás porque cuando quiero tomarte entre mis brazos busco cuidarte como si fueras lo más frágil, y para mí aunque no tengas una instrucción eres lo más valioso.

Muerde con delicadeza esos labios dulces e intimidantes a cualquiera que te mire y entonces comprende porque son la tentación más perfecta y bella que puedo tener al querer conocer la profundidad de tu alma a  través de un beso.

Después vuélvete a mirar y mientras sucede todo lo que ya te pedí, escucha con atención las palabras que quiero decirte, cuando leas este mensaje:

“Eres lo que siempre espere y hoy como cada día que te veo entiende por que me vuelves loco, porque dedico mis días a hacerte feliz y porque desde que te conozco una y otra vez pido el mismo favor, y detrás de cada te quiero, que escuches de mi voz, te pido que mis sueños a tu lado, los hagamos realidad”