El amuleto de mi vida...

El mundo está lleno de magia, sí, de esa misma magia que envuelve nuestra historia desde un inicio. Eres una coincidencia, en forma de destino, con traje de bendición y etiqueta de sueño. ¿Cómo no pensar que eres algo más allá de lo humano si cuando pienso en ti tengo sentimientos que no caben en este mundo?

Lo único lógico que puedo identificar, y tal vez, lo más coherente, es que encontrarte ha sido la razón por la que ser como decidí ser, vale la pena.

Caminar a tu lado, con discreción ante las heridas del pasado, pero con determinación hacia ese futuro que queremos juntos, se vuelve la experiencia más grata desde que nuestros rumbos se unieron en uno solo por la simple razón de dibujar una sonrisa diario en ese rostro hecho a detalle por el creador.

Si no existieras estaría seguro que eres un ángel y aun así, en tu forma humana, no hay día que no piense que eso eres, porque desde que apareciste el rumbo de mi fortuna giro completamente y en nuestro entorno gobierna la armonía, pero fuera de él, la suerte parece que se multiplicó.

Soy supersticioso con algunas cosas, con otras no tanto, pero quien te conoce, debería notar que el que existas haría creer cualquier cosa a cualquier persona.

Afortunadamente, el privilegio es mío, puedo enamorarte y dejarme enamorar diario por ti, parece poco o mucho el tiempo que pasamos juntos, es cuestión de perspectiva. Y aunque para mí el tiempo a tu lado es poco y el que espero para verte es mucho, debo admitir que cada día, mirándote frente a frente o no, escuchándote o en tus silencios, apoyándote en tus tristezas y celebrando tus alegrías, en esa espera por verte o cuando nuestros labios se juntan, la moraleja es simple, única, especial. Sí, sinónimo de tu persona, la respuesta es clara, tu presencia en mi vida es un privilegio y desde que somos parte de la misma historia sé que eres…

El amuleto de mi vida.

Y que sea contigo...

Quisiera encontrar la manera que el mundo detuviera su girar como ocurre con mi tiempo, cuando te miro a los ojos.

No lo he encontrado y me parece injusto que el tiempo pase tan rápido cuando estoy contigo. Lo disfruto tanto que vuela y parece fugaz.

Pero todo lo que pasa cuando compartimos todo eso, se cristaliza y se vuelve eterno en nuestro corazón, en nuestra historia, que se sigue escribiendo.

Sabes que mi filosofía número uno es no romper una promesa, más cuando a quien se lo prometes es uno de los regalos más bellos que Dios te da, una bendición, un camino, una razón.

Pensar en tu nombre es abarcar en todo lo que describo un concepto perfecto de lo que eres.

Y si hablamos de conceptos, ayúdame a encontrar esto que siento un nombre digno de su grandeza, de su esencia, de su alma.

Pensé en el amor como solución, pero algo tan especial no puede encerrarse en ese concepto, que hoy en día, muchos desprestigian.

Me di cuenta entonces, que lo nuestro es único y tan original que sólo nosotros sabemos su grandeza.

Tan bello como el amor, a veces difícil como los mejores retos de la vida, puro como cualquier sentimiento que mereces, y de ese tipo de cosas que el mundo necesita para ser feliz.

Hoy comprendo que si de mundos hablamos, el mío es perfecto contigo y ante adversidades, triunfos, derrotas, logros y celebraciones, quiero que el tiempo siga pasando, nosotros creciendo y aprendiendo , que cuando me hablen de amor en el futuro pueda contar una historia…

Y que sea contigo.

Tú amor me hace bien...

Escribir acerca de esto que siento parecería una falta de respeto a un amor tan bueno y bello como el que percibo cuando te tengo presente en cada uno de mis días.

Pero sinceramente, no encuentro otra manera lo suficientemente humana para explicarle al mundo todo lo que me haces sentir. Todo lo que tengo cuando estoy contigo y hasta donde pretendo llegar con el poder de este tan perfecto sentimiento.

Cuando apareciste en mi vida, un mundo obscuro y gris rodeaba nuestras emociones. Pensando y analizando que había hecho mal en todo el pasado, después de conocerte se convirtió en la respuesta perfecta y en todas las soluciones de ese capítulo que se quedó atrás, ese capítulo que gracias a ti, sé, me preparaba para estar contigo.

Mirarte a los ojos cambió mi mundo, jamás había visto tanto amor en la mirada de una mujer, tanta energía positiva y deseos de estar con alguien como lo encuentro en ti.

Y es que si tú pudieras mirarte como yo, cada vez que te veo, te enamorarías diario de ti misma, como yo lo hago  contigo.

Tu andar tan delicado junto a mí, me hace sentir frágil a pesar de ser fuerte, simplemente agotas mis defensas y soy vulnerable a ti, a tú manera de amar, a todo lo bueno que pasa recientemente en mi vida.

Eres una mujer maravillosa y realmente más que agradecerte, quiero contarte todo lo que por ti hago de manera correcta, porque para agradecerte, tengo amor y muchos deseos de hacerlo por siempre, y sí, utilizar siempre como la medida de tiempo inicial de toda esta historia.

Tú amor me hace fuerte, porque siento que cuando estoy contigo soy un superhéroe por el simple hecho de hacerte sonreír.

Tú amor me hace inteligente, porque cuando estoy contigo encuentro soluciones a todos mis problemas.

Tú amor me hace paciente, porque a pesar de que quiero correr siempre a tu lado espero el momento perfecto para volver a amarte.

Tú amor me hace único, porque como el no hay otro igual, me hace soñador por lo que quiero lograr a tu lado.

Me hace también protector, buscando que nunca te pase nada, ni te falte la vitalidad que nos da esto.

Me hace diferente, porque esperé y me preparé este momento para ti.

Me hace ambicioso, porque quiero aspirar a más a tu lado.

Tú amor, así tan puro y desinteresado, tan correspondido como valorado, no hace más que todo sea extraordinario y sabiendo que me hace una mejor persona y crecer junto a ti, yo sé que…

Tu amor me hace bien.

La palabra perfecta...

Cuando me hablan del amor sé que no hay amor más puro que el que conozco día a día contigo, porque de ti y sin ningún interés  he recibido las muestras más claras de que el amor, sin ser perfecto, una persona como tú es capaz de hacerlo así.

Eres ese sueño que jamás podría soñar porque mi mente nunca hubiera creado algo tan perfecto en mi cabeza. Lo que tú me ofreces es único, eterno, feliz.  Lo que tú me ofreces, no es otra cosa que sin merecerlo, la prueba más verídica que Dios me envío un ángel desde el primer minuto que nací.

Guías mi camino, iluminas mis pasos, opinas sobre lo que es y no es correcto, muy a pesar de mí, me has enseñado que formar un criterio personal es importante, pero que sin tus consejos jamás me habría dado cuenta que me he equivocado y de igual manera me ayudas a forjarlo.

Un amor dependiente, tal vez, pero no enfermo, ¿Cómo podría enfermarme si me haces tan feliz? Dios no me mandó en ti cualquier ser humano, Dios me regalo en ti uno de sus más fuertes soldados, de sus más bellas obras, un pedacito de él.

Una mujer jamás podría estar a tu altura, y si alguna vez encuentro una que se asemeje a tu perfección la escogeré para acompañar mi camino y un día tal vez darle a mis hijos el privilegio de enamorarse así, tan único, tan especial, original, tan puro como es amarte a ti.

A veces cuestiono más de lo que te hago caso, a veces me siento en deuda por los malos ratos, pero día a día trato de saldar esa deuda impagable que significa tenerte conmigo.

Podré enamorarme mil veces pero nunca como de ti, sé que la mayoría del mundo hará lo mismo con quien les dio la vida, sé que todos sabemos que tenemos a la mejor persona a nuestro lado, sé que todo hemos fallado y estas letras pueden servir para expresar mil cosas y sanar heridas. Pero también son homenaje a ese ser maravilloso que día a día puedo conocer.

Me encargo de disfrutarte al máximo y tener de ti el mejor ejemplo. Absorbo tu filosofía, tu carisma y todos esos elementos que te hacen ser el mejor ser humano del mundo. Por que sé que no soy perfecto pero por ti busco serlo, sé que no soy el mejor pero también me haces serlo, sé que solo soy un humano, pero uno que ama y que sabe que amar se traduce en 4 letras, y es Mamá…

La palabra perfecta.

Cuando me dices te quiero...

Hay muchas formas de adicción en este mundo, la mayoría con alguna consecuencia en la salud o de alguna manera afectando el comportamiento con tu entorno.

Pudiendo elegir entre mil substancias, juegos o bebidas, las cuales por cierto nunca me han interesado, encontré en ti la adicción perfecta, ¿Qué puedes darme tú que sea lo suficientemente atrayente para evitar que pueda separarme?

Lo pensé mucho y entonces me di cuenta que tú, con el simple hecho de respirar en el mismo mundo que yo y saber que nuestros destinos coinciden, puedes darme todo.

Contigo mi experiencia en terrenos amorosos parece sólo un buen chiste, una lección o un camino que simplemente tenía que andar hasta encontrarte.

No hay punto de comparación de nadie y de nada con todo lo que existe en ti. Tu personalidad digna de uno de los más bellos ángeles, tu rostro que parece que Dios hizo a mano para darle uno de sus mejores regalos al mundo, me bendice con su mirada, me alegra con su sonrisa, me hace sentir agradecido por poder compartir contigo cada uno de los días.

Sé que es la primera vez que te escribo, pero también sé que eres un mar de inspiración que desde el primer instante que se cruzaron nuestros caminos sabía que quería recorrer.

Este proceso hermoso de conocerte me hace feliz, y me hace feliz no porque te diga que complementas mi vida, porque me siento completo. Y sentirme completo me abre las puertas de experimentar un sentimiento bello y nuevo y te abre la puerta a ti, a ese camino majestuoso y especial que nos espera si tú lo quieres, juntos.

Déjame entrar a tu vida y eliminar esos sentimientos de tristeza, convertir tu mundo en uno de ilusiones nuevas y en ese reino de felicidad te conviertas en la princesa de las sonrisas, la hechicera de los momentos mágicos y llenes todo nuestro mundo de tal paz que a través de ti sepa que somos uno, con dos vidas paralelas que se unen ante este gran sentimiento, ante esta gran cita que teníamos para encontrarnos.

Guarda estas palabras como promesa de lo que iremos cumpliendo uno de la mano del otro, enfrentemos retos y bendiciones los dos para construir algo sólido y especial porque lo que expresas me llena y hace soñar, cada que te diriges a mí me haces sentir único y en especial sabes que mi mundo es tuyo…

Cuando me dices te quiero.

Me hablan de tu existencia...

En el anecdotario de de las experiencias de todos les aseguro hemos descubierto la existencia de seres extraordinarios, que a veces con una simple mirada nos roban el aliento, nos quitan un suspiro, nos hacen transpirar y encender las fibras más ocultas de nuestros sentidos. 

Hoy vengo  a hablarles de uno de ellos.

He descubierto un ser maravilloso, sus características parecen vulnerables e incluso indefensas pero sin duda sólo un ciego de alma pensaría que eso es verdad, porque la fortaleza que esconden, pondría a vibrar el mismo centro de la tierra.

Dios cuando la creo le dio un nombre tan especial simplemente porque un corazón tan bueno tenía que ser admirado y reconocido como la más hermosa de sus creaciones.

Con una capacidad incondicional de sentir, de vivir, de hacer y de transmitir emociones y sentimientos hacia sus seres queridos y demás seres humanos, llenando al mundo con sus más bellas luces.

Dios la hizo así porque hay que cuidarla y no dejar que nada la toque para lastimarla. Le dio heridas para ser curadas, le dio heridas para ser aprendidas, le dio heridas para que en el momento correcto se dé cuenta que sólo son lecciones y vea frente a ella lo bueno que está ocurriendo.

Pero sobre todo le dio vida, que recibe y decide vivirlas transmitiendo sonrisas. 

¡Qué maravilla! 

Le dio esa capacidad de saberse única.

¿Cómo puede alguien ser tan perfecto para poder dar vida de tantas maneras? 

¿De cargar contigo hasta traerte al mundo? Sin condición ni interés propio.

¿Cómo puedes conocer a una de ellas y sentir que todo el tiempo que pasó sin conocerse fue tiempo perdido y tener hambre de vivirlo con ella?

Sé que ser mujer es un privilegio, un don, una bendición pero poder decir que venimos de una, y tenemos la capacidad de amar a otra como nuestra compañera, es el mejor regalo que podemos recibir de tan perfecto ser, y sobre todo a quienes valoramos su existencia sé que cuando me hablan del milagro perfecto, de la creación más bella, mujer…

Me hablan de tu existencia.

¡Felíz día de la mujer!

Una plática contigo...

Una plática contigo... 

Gracias por ser la única conversación a altas horas de la noche, por regalarme un buenos días en cada mañana, por dejarme descubrir en ti algo nuevo cada día a partir de un texto, de un sonido de tu voz, que convertidos en bendiciones inmortales que me brinda el conocerte se congelan como suspiros de tu alma que me hacen un bien especial. 

Y como no será especial si incluye tu persona, tu esencia y sobre todo si todo esto te conjunta a ti. Cómo negar que las horas pasan volando al rededor de nuestras letras si hasta el tiempo va de prisa por la alegría de compartir con tu tiempo esas sonrisas.

 Bien dicen que la Felicidad a veces se busca, o a veces llega, pero cuando llega sin esperarlo tú solo debes buscar mantenerla y a esto que me refiero y habla de ti, me hacen probarla.

 Te descubro en palabras o acciones de cada día, pretendo conocerte como radiografía de tu alma en cada una de tus expresiones. 

No recuerdo cuando, pero volviste irregular la rutina rara y aburrida, no recuerdo cuando empece a provocarte sonrisas como mi actividad preferida. 

Tal vez nunca lo recuerde o igual nunca lo describo pero si se que quiero seguirte conociendo y que siempre que termina quiero volver a tener... 

Una plática contigo.