Con todas las virtudes que hay en tu existencia, sería difícil
elegir la que mayor te defina, la que mejor de una idea clara al mundo de todo
aquello que aportas con el sólo hecho de respirar.
Estremeces con tu voz, cada uno de los sentidos del entorno
que te rodea, y en tu mirada existe un universo, mejor aún y más hermoso que
cualquiera que los científicos pudieran descubrir alguna vez.
Y es que pasamos tanto tiempo intentando encontrar cosas
nuevas en el mundo, que no nos detenemos a apreciar lo que se ha tatuado en
nuestros corazones incluso antes de venir al mundo.
Eres tan brillante, que eres capaz de dar vida, sin ti no
existiría nada ni nadie, porque la naturaleza, sabia, como siempre, hace un
homenaje a tu nombre dándote el privilegio de dar a luz, muchas veces, a costa
de tu propio bienestar.
Tú entrega y lucha constante, tu vocación de preparación
y unión, brinda esperanza y alegría a quien te conoce.
Tú, mágica capacidad de quitarte la comida de la boca por
los tuyos o de dar una palabra llena de amor, hace aún más increíble el tratar
de agradecerte por que tu bondad, toca sitios inimaginables.
Por todo lo que callas y soportas, por todo lo que peleas
y en ocasiones no se logra, por mantener al mundo unido, por ser ese apoyo, esa
guía, ese ejemplo, esa luz.
No hay más que agradecerte…
Y es que nuevamente me quedo sin palabras, porque es tan
gratificante tenerte que uno sólo puede agradecer y confirmar que tu existencia
es…
Ese hermoso detalle.
¡Feliz Día Internacional De La Mujer!