El ciclo perfecto...

Quisiera conocer la naturaleza de tu ser, indagar en las profundidades de tu anatomía y saber exactamente qué hay en ti.

¿Por qué? Es simple y me parece una aberración aunque también, me parece perfecto saber que soy el único que se da cuenta que tú, eres un milagro.

Sin embargo, sabemos que los milagros más grandes son aún más inexplicables y cuando lo irreal te toca, me siento aún más afortunado de tenerte.

Descubrir de tu mano, cada una de tus facetas, amarlas, abrazarlas y estar ahí incluso cuando tu mundo se ha derrumbado, me hace responsa le, pero también me hace protector, de la vida, que hoy rige en gran parte los acontecimientos de la mía.

Crecer y aspirar al sentimiento más puro desde nuestras entrañas de manera regular, solo me indica que eres eso que se le promete a los hombres en la vida... Eso que nutre y te hace madurar. Aquello que cuando es real, sé siente desde lo más profundo de su corazón.

Cada que te miro, descubro que eres amor.

Y es que amor, cada que sonríes das vida, y la vida es un ciclo, constante y maravilloso, un ciclo que fortalece y nos mira acercarnos a eso que deseamos, un día más.

Que cerca veo tus sueños y los míos a través de tu mirada, llena de vida y aunque se lea redundante que bonito es celebrarla.

Por mucho, eres mi ciclo e historia favorita. Por mucho más eres admirable y soñadora aunque nunca te dejaré sola.

Por qué eres tenaz y valiente por que tu salto de fe cae en mi corazón y mi corazón, es tuyo.

Gracias por este que a tu lado se ha convertido en...


El ciclo  perfecto.

En el mismo lugar...

La vida es coincidente, pero el destino es exacto, y pienso que la vida insistentemente me muestra que es así, y no se equivoca, pues constantemente donde una vez pase sin mirar, hoy no puedo dejar de hacerlo.

En un mundo de leyes, encontré una norma que dice que nuestro andar es redondo y en ese giro maratónico donde probablemente no sólo una vez pasamos de lado, nos tocó coincidir y coincidír es magia ; Magia de ese plan perfecto llamado destino, que amalgama sus mejores piezas en el rompecabezas ideal del rumbo de nuestras vidas.

Aquel que nos prepara y nos orienta a través de nuestras vivencias, a saber que la experiencia forja milímetricamente cada nuevo suceso en la vida. Y aunque ese suceso y nuestra esencia haya cruzado sin siquiera mirarse, y aunque eso también lo dudo, nos encuentra en el mismo sitio.

Pero convencido estoy que tu mirada no tendría la profundidad que tiene hoy, ni tu sonrisa el brillo que de ti emana cada que la produces; por que tal vez hace unos años o hace un par de vidas no habías estado tan completa como te encontré hoy.

Hasta aquí, y mientras escribo estas líneas, puedo ver tus heridas, mismas que ocultas y también me dejan conocerte, mismas que van deshilando de tu boca el nudo que las oculta y eso, es un tesoro.

Tú confianza, tu interés que a veces parece efímero y todos esos sentimientos que no obtiene cualquiera los refleja tu persona, y que responsable y agradecido me siento por ello.

Quiero saber que te va bien, que te realizas y que aún más, siempre, buscas algo nuevo, por que buscando nos encontramos y ahora, compartiendo el camino, aspiramos a buscar más allá.

Esta declaración de respeto, y agradecimiento tiene un propósito. Y ese propósito se resume en el bien que me hace conocerte, en la fantasía y jugada del destino que nos puso aquí.

Me hace pensar, en todo el misterio que quiero descubrir en ti, en toda la experiencia que quiero aprender y en todo lo que la sinceridad, de mi vida, pueda nutrir la tuya.

Y estoy convencido de algo, que hoy podemos mirar al mismo sitio y saber que estaremos ahí, el uno para el otro en cualquier situación requerida. Pero más lo estoy, de que la formula se cumplió y que cada vez que quieras saberme en ese lugar, estaré ahí...

En el mismo lugar.