Seguidores

jueves, 21 de agosto de 2014

Compartir nuestro camino...



Vengo a darte los mejores momentos que nacen de nuestras experiencias, dar a conocer mi persona a través Podría venderte esto como el mejor sueño o la mejor propuesta, pero no lo haré. 

Sé que tú como yo, y como la mayoría del mundo, buscamos ese amor que nos haga sentir que todo es perfecto, que nada nos falta, que nos enseña en realidad a amar.
Somos tan reales y posibles como lo han sido esas malas experiencias que te han tenido en un mar que parece muy profundo, como esas tardes donde el amor te jugó mal y juraste no volver a enamorarte. 

Real como esa herida difícil de sanar y que al principio, en el momento que pensaste que quieres conocerme, lanzaba a tu cabeza el pensar que todos somos iguales.

No, no quiero engañarte, ni prometerte falsas esperanzas como tantos lo han hecho. No quiero venderte la idea de una historia perfecta construida por mi mente. Tampoco prometo las típicas palabras de un jugador profesional del acto del engaño, cuando con egoísmo disfrazado de interés solo buscan una salida a sus propias frustraciones y deseo de sentirse superior.

Lo mío es mucho más sencillo y parte desde lo más simple y bello que podemos tener en común.

Conocerte…

Y es que de ahí se despeja la bella incógnita que era tu persona en mi vida, a partir de ese momento conozco tu esencia, tus virtudes y defectos, tus fortalezas y debilidades y a partir de ese momento en el que decides conocerme y comprobar que no hay igualdad con nadie más, comenzar a enamorarme.

de tu dulce sonrisa, que cuando hables de nosotros la gente me conozca y al momento de presentarnos sepan por que estas tan enamorada.

Quiero borrar y eliminar todas tus malas experiencias, renovar tus sentimientos por paisajes puros donde el amor y el respeto sean el fundamento. Una historia tan simple y hermosa como cualquier cuento verdadero que ocurre en tu vida, como la bendición que nos da este sentimiento, como lo agradecido que me siento de conocerte.

Y es que si te atreves a brindarme una palabra, un sentimiento, una razón diaria para sonreír, lo compensaré con las mismas muestras de que tu sentimiento es seguro y recíproco.

Y entonces cuando entiendas y tus emociones pasen el límite de la realidad, hacerte soñar, pero soñar con un fundamento, una historia, experiencias que nos hagan amarnos sinceramente, como aquellas parejas que nacen el uno para el otro y desde la primera mirada no quieren separarse.

Algo más simple como un sentimiento puro como el amor, ese amor que es verdadero y duradero, formal y único, ese amor que solo podemos darnos los dos y buscar que te sientas plena, segura y asegurarme de hacerte feliz como a nadie han hecho jamás.
Por eso, en este momento que no somos más que dos personas buscando encontrarse el uno con el otro y desde lo más sincero de mi ser quiero que me dejes…

Compartir nuestro camino.


jueves, 17 de julio de 2014

La primera oportunidad...

El saludo tan normal como cualquier otra persona marca el inicio de esta coincidencia tan hermosa que nos pone frente a frente a ti y a mí.

Somos dos desconocidos que sin saber el día de hoy estamos frente a ese anhelo, frente a ese sueño de conocer a alguien bueno que despierte nuestros corazones, que altere nuestros sentidos, que nos haga volver a creer.

Parece mentira como en cuestión de minutos parece que te conozco de toda la vida, increíble saber que nos conocimos de una manera impensable y extraña.

Analizo los factores y todos enmarcan la nueva y perfecta historia a la que estamos enfrentándonos y  así como hasta ayer caminaba solo lamentando las heridas del pasado, y hoy no tengo nada que reclamar por saber que te tengo a ti.

Transcurren los días las conversaciones nocturnas hacen aún más romántico nuestro encuentro matutino al decirte buenos días y con un mensaje hacer que sepamos que la noche fue especial y aunque no te tenga cerca es como si hubiéramos estado juntos.

Aquí hay magia, hay comprensión y un cariño hermoso que nace de lo que nos hemos convertido y hoy podemos compartir el uno con el otro.

Las palabras sobraron y ahora en persona logramos lo que queremos entre los dos, caminar juntos, bromear, reír, gritar, sentir…

Somos tan valientes y cobardes a la vez. Tú te vas enamorando de mi tanto como yo de ti pero el silencio entre lo que podría ser y lo que conocemos nos ciega a intentarlo, nos encierra en miedo, sin poder salir y enfrentarlo.

Pero no pasa nada, no es la historia donde el miedo vence al amor, esta historia única entre los dos, es la prueba y la excepción a nuestras historias malas, esta historia tan original como lo que sentimos simplemente nos hará vibrar.

Las horas junto a tu persona transcurren como las más hermosas, los detalles constantes hacen que tu mirada se pierda en un mar de amor espectacular que llena mi reflejo de la bella bendición de tenerte.

Ya no soy el consentido de tu gente por como logras pasar por un lado de ellos notando mas mi presencia. Y es que sin afán de quitarlos del camino este amor no nos hace pensar igual a nuestro alrededor.

Lo más bello es que cuando te rodeas de ellos te ven radiante y fenomenal, sin miedo y sonriendo, amada, respetada, valorada.

Hoy tenemos una cita frente a frente, el primer grito desesperado de nuestro ser que pide nuestra cercanía como si siempre hubiéramos vivido con ella.

En un abrazo prolongado siento tu respiración, ¿Qué se sentirá probar tus labios? ¿Cómo sabrá mi declaración de amor?...

Sin pensarlo te tomo de la mano, me dejo llevar por tu mirada como un imán y me acerco a ti en esa danza que nos llevara a ser felices juntos, siento tu respiración cerca, podría adivinar y sentir el júbilo de nuestro interior en su canto de victoria.

5 milímetros nos separan y entonces…

Recuerdo que no soy adivino, que un sueño no puede decirme lo que pasarà con nosotros, pero si se que para que pase, para valorarte, respetarte y amarte para acercarme a ti y conocernos necesito…

La primera oportunidad.


martes, 4 de febrero de 2014

Seremos uno...

Recordando la historia que nos une y ante la perspectiva de tu belleza que adorna mi día una vez más al mirar tu foto, no hay palabras, no hay sentimiento que impida que me vuelva a enamorar.

Así, dentro de un marco convertido en la única imagen que me interesa en la habitación una y otra vez vuelve a recorrer en mi cuerpo la sensación de ser leal siempre a ti, a nuestro mundo, a nuestra historia…

Y ante la perspectiva del rumbo que lleva nuestra relación solo hay algo en lo que puedo pensar.

Anhelo, el momento que un camino adornado por las personas que amamos, te lleve a mí, en ese momento, en esa fecha que elegimos para tatuarle al destino la consumación de nuestro amor frente a frente, con tu mano como bendición ante la perspectiva de siempre estar a tu lado y saber que estamos a punto de unirnos en un momento eterno.

Saber que quien te lleva del brazo te dio la vida, el mismo personaje que me autorizó hacértela vivir al máximo a partir de hoy como tu nuevo compañero me hace simplemente el mas afortunado.

 Anhelo ser esa canción diaria cuando despiertes, anhelo las mañanas, días y noches solo juntos tú y yo.
Y a pesar que ese mundo tan pequeño y selecto que rodea lo que eres te indica que soy la mejor persona para ti por como soy o por como actúo, sabemos que la mejor respuesta es saber que soy así  es porque lo mereces, por el simple hecho de ser tú.

Te anhelo como te extraño, te anhelo como un deseo infinito, te anhelo porque existes y sé que si existes a partir de ese día que se marca de gloria y desde ese momento tú como mujer y yo como el hombre que te acompañara siempre...

Seremos uno

domingo, 2 de febrero de 2014

Volverte a encontrar...

Dos mundos distintos, en situaciones distintas, en tiempos diferentes. Unidos solamente por el momento, la coincidencia y este reloj del destino que une dos momentos para convertirlos en uno aunque sea por un instante.

De espaldas y ensimismado en mis pensamientos y problemas cotidianos, la distancia entre esos instantes donde no existías está a punto de extinguirse cuando pasas junto a mí.

Indiferente a todos y con una mirada que refleja un gran corazón, brilla sobre ti la magia de coincidir por primera vez en el mundo.

No se tu nombre, no se tu origen y mucho menos sé cómo eres, pero se que existes y que la probabilidad de encontrarnos en el mundo puede ser efímera si no te vuelvo a ver o duradera si quito la incógnita de tu persona en mi vida. No se si pueda hablarte, no se si vuelva a verte, pero si se que tu manera de mirar este mundo a través de tus ojos, tan llenos de ti y esa grandeza que sé te visten, alegran mi día y despiertan mis ganas de alguna vez...


Volverte a encontrar.