Seguidores

martes, 10 de noviembre de 2015

El amuleto de mi vida...

El mundo está lleno de magia, sí, de esa misma magia que envuelve nuestra historia desde un inicio. Eres una coincidencia, en forma de destino, con traje de bendición y etiqueta de sueño. ¿Cómo no pensar que eres algo más allá de lo humano si cuando pienso en ti tengo sentimientos que no caben en este mundo?

Lo único lógico que puedo identificar, y tal vez, lo más coherente, es que encontrarte ha sido la razón por la que ser como decidí ser, vale la pena.

Caminar a tu lado, con discreción ante las heridas del pasado, pero con determinación hacia ese futuro que queremos juntos, se vuelve la experiencia más grata desde que nuestros rumbos se unieron en uno solo por la simple razón de dibujar una sonrisa diario en ese rostro hecho a detalle por el creador.

Si no existieras estaría seguro que eres un ángel y aun así, en tu forma humana, no hay día que no piense que eso eres, porque desde que apareciste el rumbo de mi fortuna giro completamente y en nuestro entorno gobierna la armonía, pero fuera de él, la suerte parece que se multiplicó.

Soy supersticioso con algunas cosas, con otras no tanto, pero quien te conoce, debería notar que el que existas haría creer cualquier cosa a cualquier persona.

Afortunadamente, el privilegio es mío, puedo enamorarte y dejarme enamorar diario por ti, parece poco o mucho el tiempo que pasamos juntos, es cuestión de perspectiva. Y aunque para mí el tiempo a tu lado es poco y el que espero para verte es mucho, debo admitir que cada día, mirándote frente a frente o no, escuchándote o en tus silencios, apoyándote en tus tristezas y celebrando tus alegrías, en esa espera por verte o cuando nuestros labios se juntan, la moraleja es simple, única, especial. Sí, sinónimo de tu persona, la respuesta es clara, tu presencia en mi vida es un privilegio y desde que somos parte de la misma historia sé que eres…



El amuleto de mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario